miércoles, 22 de junio de 2011


La imagen subida es un relato de un joven que, aunque no hace una mención directa a su vida particular, si permite vislumbrar algunas cuestiones acerca de su relación con los medios.

En el cuento, se puede ver cómo, al mismo tiempo, están encendidos la radio, la televisión y el celular; recibiendo de todos ellos diferentes informaciones. Como dice Rosalía Winocur, en su texto “Internet en la vida cotidiana de los jóvenes”, “La experiencia de la simultaneidad impone un presente continuo sobre el sentido del tiempo”, estando en la casa, por tomar el desayuno, entrando y saliendo constantemente de lo íntimo a lo público.

Asimismo, en el relato también se puede observar un paralelismo entre lo viejo y lo obsoleto, lo desechable. El televisor (palabra que debía ser integrada al texto) aparece en un tacho de basura; es “parecida a la que tiene mi abuela”. Éste hecho nos muestra hasta qué punto se internaliza un aspecto que fue promovido por el mercado, de que todo aquello que es viejo no sirve (aunque el personaje sostenga que pasará a buscarlo para arreglarlo). En este marco cobra sentido la frase de Paula Sibila, en su texto “El show del yo”, donde sostiene que “En las últimas décadas, la sociedad occidental ha atravesado un turbulento proceso de transformaciones que alcanza todos los ámbitos y llega a insinuar una verdadera ruptura hacia un nuevo horzonte.”

“La cultura urbana, por definición mediática y predominantemente audiovisual, tiende a ser digital, multimedial, interactiva y en línea.” (Igarza, “Burbujas del ocio”). 

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