La imagen subida es un relato de un joven que, aunque no
hace una mención directa a su vida particular, si permite vislumbrar algunas
cuestiones acerca de su relación con los medios.
En el cuento, se puede ver cómo, al mismo tiempo, están
encendidos la radio, la televisión y el celular; recibiendo de todos ellos
diferentes informaciones. Como dice Rosalía Winocur, en su texto “Internet en
la vida cotidiana de los jóvenes”, “La experiencia de la simultaneidad impone
un presente continuo sobre el sentido del tiempo”, estando en la casa, por
tomar el desayuno, entrando y saliendo constantemente de lo íntimo a lo
público.
Asimismo, en el relato también se puede observar un
paralelismo entre lo viejo y lo obsoleto, lo desechable. El televisor (palabra
que debía ser integrada al texto) aparece en un tacho de basura; es “parecida a
la que tiene mi abuela”. Éste hecho nos muestra hasta qué punto se internaliza
un aspecto que fue promovido por el mercado, de que todo aquello que es viejo
no sirve (aunque el personaje sostenga que pasará a buscarlo para arreglarlo).
En este marco cobra sentido la frase de Paula Sibila, en su texto “El show del
yo”, donde sostiene que “En las últimas décadas, la sociedad occidental ha
atravesado un turbulento proceso de transformaciones que alcanza todos los
ámbitos y llega a insinuar una verdadera ruptura hacia un nuevo horzonte.”
“La cultura urbana, por definición mediática y
predominantemente audiovisual, tiende a ser digital, multimedial, interactiva y
en línea.” (Igarza, “Burbujas del ocio”).
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